jueves, 31 de enero de 2013

Febrero, mes de la lucha contra el cáncer de piel






La mayoría de los cánceres de la piel se forman en las partes del cuerpo expuestas al sol, principalmente en personas de edad avanzada o en personas con un sistema inmunitario debilitado. Como en otros tipos de cáncer, los tumores malignos de piel son curables por diferentes procedimientos si se los detecta precozmente.


Se recomienda hacerse el autoexamen frente a un espejo de cuerpo entero, para las áreas difíciles de ver puede usarse un espejo de mano, deben examinarse todas las áreas, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies, la región lumbar y la parte posterior de las piernas, con la finalidad de detectar cualquier anomalía o cambio en lunares, pecas o manchas en la piel, algo que nos puede facilitar el autoexamen es tener presente la siguiente regla:

Regla del ABCDE

Asimetría: cambios en la forma de una mancha o lunar.
Bordes: cambios en los bordes, que se hacen más irregulares.
Color: cambios de color. Aparecen diferentes tonos de pardo, negro, blanquecino, azul y rojo.
Diámetro: cambios de tamaño de una mancha o lunar.
Elevación: cambios en la superficie de una mancha o lunar.

Para más información consulta las siguientes páginas:




martes, 29 de enero de 2013

Compartiendo...





Hablando de violencia y medio ambiente, dentro del taller "violencia infantil," en el museo memoria y tolerancia.

jueves, 24 de enero de 2013

Amy (1984-2007)

 A seis años de su ausencia me sigue haciendo falta, hay días en que la lloro pero lo que nunca podré borrar es su hermosa sonrisa y todas las cosas valiosas que me dejo y la compañía de personas maravillosas.

sábado, 19 de enero de 2013

No quiero...

No quiero llegar al último suspiro sin haberme vaciado antes, sin saber que mi paso por la tierra ha valido la pena.

sábado, 12 de enero de 2013

Los portadores de sueños

En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo. Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción. Pero los siglos y la vida que siempre se renueva engendraron también una generación de amadores y soñadores, hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo, sino con la construcción del mundo.

Desde pequeños venían marcados por el amor.

Detrás de su apariencia cotidiana guardaban la ternura y el sol de medianoche. Las madres los encontraban llorando por un pájaro muerto y más tarde también los encontraron a muchos muertos como pájaros. Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas y las dejaron preñadas de miel y de hijos vendecidos por un invierno de caricias.

Así fue como proliferaron en el mundo los portadores de sueños, atacados ferozmente por los portadores de profecías habladoras de catástrofes. Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso es antigua al corazón del hombre.

Los acumuladores de riquezas les temían lanzaban sus ejércitos contra ellos, pero seguía brotando su semilla del vientre de ellas que no sólo portaban sueños sino que los multiplicaban y los hacían correr y hablar. De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida como también había engendrado a los que inventaron la manera de apagar el sol.

Los portadores de sueños sobrevivieron a los climas gélidos pero en los climas cálidos casi parecían brotar por generación espontánea. Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias torrenciales tuvieron algo que ver con esto.
La verdad es que como laboriosas hormigas estos especímenes no dejaban de soñar y de construir hermosos mundos, mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se llamaban compañeros, que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban en las muertes, se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se ayudaban en el arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento de todas partes venían a impregnarse de su aliento de sus claras miradas hacia todas partes salían los que habían conocido portando sueños, soñando con profecías nuevas que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores y de que el mundo no tendría que terminar en la hecatombe.

Por el contrario, los científicos diseñarían puentes, jardines, juguetes sorprendentes para hacer más gozosa la felicidad del hombre.
Son peligrosos – imprimían las grandes rotativas
Son peligrosos – decían los presidentes en sus discursos
Son peligrosos – murmuraban los artífices de la guerra.

Hay que destruirlos – imprimían las grandes rotativas;
Hay que destruirlos – decían los presidentes en sus discursos
Hay que destruirlos – murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder por eso no se extrañaban, también sabían que la vida los había engendrado para protegerse de la muerte que anuncian las profecías y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños y los exportaban con grandes lazos de colores. Los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros vigilando los pasajes y los caminos buscando estos peligrosos cargamentos que nunca lograban atrapar porque el que no tiene ojos para soñar no ve los sueños ni de día, ni de noche.

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte; por doquier hay paquetes con grandes lazos que sólo esta nueva raza de hombres puede ver; la semilla de estos sueños no se puede detectar porque va envuelta en rojos corazones donde pies soñadores alborotan los vientres que los albergan.

Prosa de Gioconda Belli.