jueves, 25 de abril de 2013

Un psicólogo...

Un psicólogo es alguien tan perdido como tú en la vida. Sólo que tiene una linterna y un mapa, además de valentía para acompañarte. Un psicólogo tiene que soportar que la gente hable de Psicología, sin tener la menor idea al respecto. Es de las profesiones más mitificadas del mundo, casi nadie ha leído el “Código de Ética del Psicólogo” pero casi todo el mundo habla de lo que debería ser o no hacer un psicólogo.

Un psicólogo es una persona normal, fuma, bebe, baila, ama, tiene sexo, igual que todos. Como en todas las profesiones, hay apáticos, drogadictos, arrogantes, corruptos, faltos de ética, entre otras actitudes nefastas, pero también hay psicólogos excepcionales, inquietos por naturaleza, con personalidades exquisitas. Tal cual, como ser humano, nada le es ajeno y en lo humano, la perfección no existe.
Sobre el psicólogo pesa el miedo de la sociedad.

Todo el mundo sabe que el psicólogo ve lo que nadie ve, eso da temor. Un psicólogo generalmente dice lo que no deseas escuchar. Esa es una labor titánica y siempre mal retribuida emocionalmente. Dentro de esta sociedad el psicólogo es siempre un último recurso, antes se consulta: el chamán, el sacerdote, el médico, el pastor, el brujo… Cuando en realidad debería ser el primero. Un psicólogo no sabe la verdad de la vida, no tiene fórmulas exactas no es químico, tampoco es adivino, menos telépata. El psicólogo es científico. Aunque no siempre tiene razón, pero siempre busca la verdad y la razón. Es un explorador, un investigador por convicción.

La diferencia entre una persona que estudia Psicología y la que no, radica en su relación con su sombra, un psicólogo juega con su sombra. Un psicólogo es su propio instrumento de trabajo. Un psicólogo nunca lo sabrá todo, pero puedes jurar que nunca dejara de buscar saberlo todo.

lunes, 1 de abril de 2013

2 de abril, día mundial del autismo


El tomar el autismo como un continuo (espectro) más que como una categoría única, nos permite entender que cuando se habla de autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo estamos empleando términos comunes para hablar de personas muy diferentes.
El término "Espectro Autista" fue empleado por primera vez por Lorna Wing y Judith Gould en 1979. Lorna Wing en 1988 expuso que las personas situadas en el espectro son aquellas que presentan las siguientes características:
  • Trastorno en las capacidades de reconocimiento social.
  • Trastorno en las capacidades de comunicación social.
  • Patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades en imaginación social.
Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas.

El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros, también está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas, los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.

Hasta el momento no existe una cura pero sí tratamientos que si son dados en tiempo, logran resultados significativos en quienes lo padecen, de ahí la importancia de realizar diagnósticos tempranos.



Referencias: