Generalmente
los factores que desencadenan el cáncer infantil no coinciden con
los que lo desencadenan en los adultos, como el hábito de fumar o la
exposición a toxinas medioambientales. En
la mayoría de los casos, los cánceres infantiles se desarrollan a
raíz de mutaciones (o cambios) no heredadas en los genes de unas
células que todavía están en proceso de crecimiento. Puesto que
estos errores ocurren al azar o de forma impredecible, no hay ninguna
forma eficaz de prevenirlos.
Es
posible que el médico pediatra detecte algunos de los primeros
síntomas del cáncer en la revisión médica periódica de un
paciente, aunque algunos de estos síntomas (como fiebre, ganglios
linfáticos inflamados, infecciones frecuentes, anemia o moretones)
pueden confundirse con otras infecciones y afecciones que son mucho
más frecuentes que el cáncer, por este motivo, es lógico que tanto
los pediatras como los padres sospechen otras enfermedades propias de
la infancia cuando aparecen los primeros síntomas de cáncer y por
ello en ocasiones sea difícil hacer un diagnóstico temprano.
Una
vez diagnosticado el cáncer, es importante que los padres busquen
ayuda para su hijo en un centro médico especializado en oncología
pediátrica (tratamiento de cáncer infantil) para iniciar lo antes
posible el tratamiento el cual en
cada caso dependerá del tipo de cáncer, así como de su
agresividad, lo extendido que esté y la edad del niño.
En
la medida de lo posible es recomendable que los niños mayores que
padecen cáncer participen activamente en su propio tratamiento, se
les debe proporcionar información sobre su tipo concreto de cáncer
y sus efectos, utilizando un lenguaje adaptado a su edad y nivel de
comprensión. En el caso de los niños pequeños (menores de 4 años)
basta con explicarles que están enfermos y necesitan medicinas para
mejorar, cualquiera que sea la edad del niño enfermo, la meta
consiste en evitar el miedo y las confusiones.
Sustituir
el miedo, la ignorancia y la confusión por empatía, comprensión e
información es una meta fundamental en el proceso de ayudar a un
niño con cáncer a afrontar la enfermedad.
¡Informémonos,
difundamos y cuidemos a nuestros pequeños!
Referencia: