Hoy se cumplen dos años de que Nicté llego a nuestras vidas para llenarnos de amor y alegría.
Aún recuerdo su carita cuando la recogí en metro copilco, unos ojos
hermosos pero llenos de una sensación de deseperanza, venía cansada (del largo viaje y de todo lo que le había tocado vivir).
Llego en un momento de mi vida complicado y debo confesar que
prentendía que no hubiera mucha cercania entre las dos pero eso fue
imposible, esos ojos bellos que poco a poco se llenaron de luz
nuevamente me ganaron el corazón por completo, ahora ella es una de mis
prioridades, mi mayor deseo es hacerla feliz, llenarla de amor (tal como
ella a mi) y en lo posible hacer que olvide los malos ratos que le
tocaron vivir.
Gracias a
Nicté por estar en mi vida y dejarme ser parte de la suya.
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